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fraude al seguro cada vez tiene menos que ver con la picaresca y más con organizaciones creadas con el propósito de estafar a las compañías. De acuerdo con un estudio realizado por AXA, los casos de fraude “ocasionales y oportunistas”, aún siendo todavía mayoritarios (57% del total), están en retroceso, frente a los fraudes premeditados y el fraude organizado por bandas criminales.

 Andalucía cuadruplica en casos a Madrid

M. M. M.

 

Andalucía es la Comunidad Autónoma donde AXA detectó más casos de intentos de fraude al seguro en 2014. Tanto en términos absolutos como relativos. En el 2,04% de los siniestros tramitados se vio algún tipo de reclamación u operativa irregular. Esta tasa de fraude cuadriplica a la registrada en Madrid, la región donde menor incidencia hay, un0,50%. Esta autonomía es, además, la única en la que se ha registrado un descenso en la incidencia del fraude durante el pasado ejercicio.

“Analizar las causas por las que una región presenta un mayor número de casos de fraude, o donde se ha producido un mayor incremento, desborda los objetivos de este estudio”, apuntaba ayer Arturo López-Linares, responsable de gestión del fraude de AXA España. “Para encontrar las razones habría que afrontar un análisis de tipo sociológico”.

Este experto defiende que el Mapa del Fraude de AXA es extrapolable al conjunto del sector, puesto que la aseguradora cuenta con implantación en todo el territorio nacional y los 43.000 casos analizados son una muestra lo suficientemente representativa.
Aunque los patrones de fraude se suelen repetir año a año, hay casos en que una determinada práctica o la expansión de una banda especializada puede hacer variar mucho los datos de un año a otro.

En el caso de Ceuta, la ciudad autónoma pasó de registrar una de las tasas de fraude más bajas de España, el 0,53% del total, en 2012, ha registrar el dato más alto del país, un 3,17% en 2014.

En cuanto a las causas del aumento generalizado del fraude, López-Linarse reconoce que es uno de los factores que más ha podido contribuir.

La aseguradora francesa ha analizado los 43.000 siniestros sospechosos, que detectó en España durante 2014, para elaborar una radiografía del fraude en el sector asegurador. Una de las tendencias más evidentes es que este tipo de conductas delictivas se está profesionalizando cada vez más.

En el caso de las estafas en las que participan tramas organizadas, que buscan “la industrialización del proceso delictivo, los casos detectados por AXA se incrementaron un 500% en 2014, año en que se descubrieron 45 bandas, frente a las siete descubiertas el año pasado.

“Aunque estos casos representan tan solo el 1% del total, su impacto económico es notable. La indemnización media que reclaman estas tramas es de 6.000 euros, frente a los 600 euros de los fraudes ocasiones”, explica Arturo López-Linares, responsable de gestión del fraude de AXA España.

Gracias a los 15.000 casos detectados a tiempo, la aseguradora evitó pagar el año pasado más de 60 millones de euros de forma indebida, una cifra que duplica a las registradas antes de la crisis.

Según el estudio, después de los fraudes ocasiones –aquellos en que la persona aprovecha un siniestro para pedir indemnización por un daño previo–, los más numerosos son los fraudes “premeditados”, el 42% del total, aquellos en los que los daños reclamados, han sido planificados con antelación. En este tipo de estafas suelen verse implicadas varias personas, y su coste medio es un 41% que en los fraudes ocasionales. De hecho, la indemnización media que reclama el estafador es de casi 4.500 euros.

El ramo asegurador que más intentos de fraude concentró en 2014 fue, como es habitual, el de autos, con más del 67%, seguido de multirriesgos (hogar, comercio y oficinas y comunidades), con más del 25% que fue también el que más creció, y de diversos, que incluye salud, accidentes y vida, con más del 7%.

Los casos de fraude en los que se reportan daños materiales (una puerta del coche abollada, o una pared de casa sucia por una supuesta gotera) suponen el 84% del total y crecen el 10,3% frente al año anterior, en tanto que en el 16% de las reclamaciones indebidas se aducen daños corporales, con un crecimiento del 0,4%.


Latigazo cervical en alza

En estos siniestros, los casos en que se declara una lesión cuando había ya una dolencia preexistente han crecido el 233% sólo en los dos últimos años, en concreto los casos del llamado “latigazo cervical” que no eran tales o no eran tan graves aumentaron el 40% en ese mismo periodo, según el estudio.

El fraude al seguro no se puede considerar una mera práctica picaresca, sino que es un delito en toda regla con consecuencias penales, apunta López-Linares, quien recuerda que la aseguradora francesa destinó el año pasado más de tres millones de euros para combatir este tipo de prácticas, un 8% más que el año anterior.

 CincoDias