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26/10/2020 - Autor: Pedro Somacarrera
Quienes perpetran estas estafas por Internet «generalmente saben qué compañías están dispuestas a asumir el riesgo, como Amazon, y cuáles no.

Comprar por Internet puede parecer una práctica segura. Sin embargo, no está exenta de riesgos y, a medida que avanzan las medidas de seguridad de los bancos y las grandes tiendas de e-commerce, lo hace la picaresca de los estafadores por Internet. Unos ciberdelincuentes que han encontrado en grandes tiendas online como Amazon una panacea para llevar a cabo sus estafas.

Para ello, los ciberestafadores llegan incluso a emplear de tarjetas de crédito caducadas que ya se encontraban asociadas al perfil en las webs de venta de quien sufre timo. Unas tarjetas obsoletas que, sin embargo, les sirven para realizar compras por Internet.

Una vez hecho esto, optan por un envío estándar de los productos a la dirección del titular legítimo de la tarjeta. Sin embargo, interceptan el paquete antes de que éste llegue a su destinatario empleando para ello las posibilidades de personalización del envío que ofrecen los grandes portales de e-commerce.

Esto se produce porque las de crédito que los usuarios introducen en las grandes tiendas online (como Amazon) pueden seguir realizando compras (y gastando el dinero de su legítimo propietario) pese a que se encuentren caducadas. Sin embargo, para poder realizar este ardid, es preciso que las tarjetas de crédito se encuentren registradas en la tienda online antes de que hayan expirado.

Una artimaña que se debe a los grandes acuerdos marcos existentes entre los bancos y las grandes tiendas virtuales de todo el mundo, que permiten que se puedan realizar compras incluso cuando la tarjeta ya se encuentra pasada de fecha, si así lo acuerdan entre ambas partes.

De este modo, si los comerciantes tienen un acuerdo con un emisor de tarjetas y aceptan arriesgarse, «pueden darles luz verde para utilizar tarjetas que técnicamente no se consideran válidas«, según ha explicado el experto en consumo Clark Howard en la web Life Hacker.

Las compañías son perfectamente conscientes de la existencia de este fraude. Sin embargo, les sale a cuenta porque el dinero perdido en este tipo de estafas es una parte ínfima en comparación con la cantidad de dinero que ganan permitiendo hacer compras con una tarjeta caducada. «El sistema está establecido sabiendo que puede haber algún fraude«, señala Howard.

Además, Howard sostiene que quienes perpetran estas estafas por Internet «generalmente saben qué compañías están dispuestas a asumir el riesgo, como Amazon, y cuáles no».

El estafador hace un pedido a través de un perfil que no es suyo. A nombre del titular legítimo y va rastreando cada paso del paquete. Cuando llega, el estafador o uno de sus compinches recogerá el pedido sin que el repartidor haya llegado a llamar al domicilio gracias a las opciones para flexibilizar la recogida de estas plataformas. Sin embargo, si los ladrones llegan a despistarse, los usuarios titulares de la tarjeta empezarán a recibir productos que no han comprado.

OTRAS ESTAFAS PARECIDAS

Esta modalidad de fraude cuenta con algunas similitudes respecto a otros conocidos como brushing, por el que un vendedor ‘online’ externo de una plataforma como Amazon compra sus propios productos a través de cuentas de compradores falsas que se envían a una dirección real. Después, el vendedor escribe una reseña positiva sobre su artículo desde la cuenta del comprador falso, pero bajo la marca de ‘compra verificada’. Una técnica que se emplea para impulsar su clasificación.

Para evitar este tipo de fraudes los expertos recomiendan aunar todas nuestras compras por internet en una misma tarjeta de crédito. De este modo, será más sencillo mantener el control sobre qué productos hemos comprado y cuales no.

Asimismo, también recomiendan emplear programas que generan números de tarjeta de crédito de un único uso para cada vez que se realice una compra por Internet. Se trata de un servicio que ofrecen numerosas entidades financieras para evitar compras fraudulentas. De esta modo, aunque el número de la tarjeta se vea comprometido, quedará obsoleto después de la primera compra y única compra para la que la tarjeta fue generada.