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27/04/2016 - Autor: RAMON FONT


Hace unos días Europa Press nos sorprendía con una noticia de agencia en la que se informaba de los procedimientos que utiliza Hacienda para averiguar si ciertas viviendas están alquiladas, sin que se declare y tribute por el alquiler. Hasta aquí todo sería normal, si no fuese porque esta puesta en evidencia de los métodos utilizados procedía de los propios Inspectores de Hacienda, a través de su denominado colectivo de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha). Por ello, ya que nos facilitan la información, vale la pena desglosarla y analizarla.

Los tres puntos básicos en los que según este colectivo se centran, son:

1.- El primer aspecto en el que manifiestan que “ponen el foco” los señores Inspectores de Hacienda es en los anuncios que aparecen por internet ofertando el alquiler de pisos o viviendas. Un simple cruce de datos entre las declaraciones que se efectúan y estos anuncios supone una primera pista importante para localizar “alquileres en negro”. Este procedimiento es especialmente útil para los denominados “alquileres turísticos”, ya que buena parte de estos alquileres vacacionales que se realizan por semanas y hasta por días, no suelen declararse.

2.- El segundo aspecto son los consumos de suministros, especialmente los eléctricos. Aquellas viviendas con altos consumos eléctricos, cuyos propietarios declaran estar desocupados, son también evidencia clara de alquileres no declarados.

3.- El tercer aspecto, aunque de mucho menor impacto, son las visitas directas de la Agencia Tributaria destinadas a detectar alquileres opacos, que alcanzaron únicamente a 5.469 viviendas en 2015, del total del algo más de un millón que se considera que existen alquiladas sin declararlo al fisco.

4.- Y existe aún un cuarto aspecto que, por su sencillez, no ha merecido comentario por parte de los Inspectores, pero que es tremendamente útil y es el hecho de que el inquilino, aunque no lo declare como alquiler, tiene que señalar cuál es su vivienda habitual. De esta manera, Hacienda puede fácilmente presuponer que viviendo en esa casa de la que no es propietario, estaría de alquiler.

Según se señala en aquella nota de prensa referida a las afirmaciones de Gestha, el 41,4% de los alquileres de viviendas en España no se declaran al fisco, lo que supone, como ya hemos indicado, algo más de un millón de viviendas, aparte de las casi 400.000 que se considera que se ceden de forma gratuita o a bajo precio, normalmente a familiares, las cuales en general no producen fraude porque el propietario aplica en el IRPF un porcentaje del valor catastral como renta imputada.

Los técnicos de Hacienda consideran que estas actuaciones para combatir los alquileres sumergidos son eficaces, porque el arrendamiento fraudulento es una actividad ilícita que es fácil descubrir y controlar, dado el perfil medio del propietario arrendador, que no realiza un fraude sofisticado.

Por ello vale la pena que sepan, quienes perciben alquileres en negro, que si Hacienda les acaba pillando, les practicará una liquidación paralela del IRPF con un importe que dependerá de los ingresos del contribuyente en cuestión, pero que tributará al tipo máximo posible, descartando todas las posibles deducciones fiscales. Por otra parte, les abrirán un expediente sancionador a los propietarios por ocultar ingresos y a los inquilinos por solicitar la devolución de importes indebidos, en el caso de que soliciten desgravaciones fiscales. Además le impondrá una sanción más los intereses de demora correspondientes al propietario. La sanción será una multa que ira desde un 50% a un 150% de la base de la sanción en función de su gravedad.